martes, 15 de octubre de 2013

Mujer Siempre Abnegada



En el marco de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada por la ONU, en Beijing en septiembre de 1995, organizaciones como: la Federación Internacional de Productores Agrícolas (FIAP), la Red de Asociaciones de Mujeres Campesinas Africanas (NARWA), la Fundación de la Cumbre Mundial de Mujeres (FCMM) y la Unión Mundial de Mujeres Rurales (UNMR) propusieron que se proclamara un día determinado del año como Día Internacional de la Mujer Rural, fijando como fecha el 15 de octubre, un día antes del Día Internacional de la Alimentación.


En esta fecha se busca resaltar el papel central que tienen las mujeres rurales (en su mayoría dedicadas a la agricultura) en el desarrollo sostenible, la producción y aseguramiento de alimentos en el mundo, actividades que normalmente pasan desapercibidas.

La presencia femenina es clave para elevar los rendimientos en las cosechas, asegura la FAO, según la cual las mujeres poseen la misma capacidad que los hombres para el trabajo en la agricultura, donde su activa participación podría reducir entre 100 y 150 millones el número de hambrientos en el planeta.

Las mujeres rurales de todo el mundo desempeñan una importante función en lo que se refiere a garantizar la seguridad alimentaría y en todo lo concerniente al desarrollo y la estabilidad de las zonas rurales. No obstante, al no habérseles reconocido debidamente su condición jurídica y social o siendo limitado tal reconocimiento, las mujeres a menudo carecen de facultades para adquirir derechos de propiedad sobre la tierra o tener acceso a servicios esenciales, como el crédito, los insumos agrícolas, la extensión, la capacitación y la enseñanza. Su vital contribución a la sociedad pasa en gran parte desapercibida. La finalidad del Día Mundial de la Mujer Rural es cambiar esa situación, haciendo que las mujeres del medio rural salgan de la oscuridad al menos una vez al año, recordar a la sociedad lo mucho que debe a esas mujeres y valorar y reconocer sus méritos y su valía.

Las mujeres cubanas se hacen sentir en cada sector de la vida nacional, lo cual también ocurre en la producción agrícola, aunque sin llegar todavía a las cifras de incorporación que podrían lograrse en momentos en que los precios de los alimentos son cada vez más altos en el mercado internacional y es fundamental incrementar las cosechas para reducir importaciones y garantizar la alimentación de la población.

La labor de la mujer en el campo no se remite solo al trabajo físico, sino que también aprovechan las oportunidades de estudio que les brindan las universidades agrarias.



No hay comentarios:

Publicar un comentario