Por lo general mi Santiago de Cuba es muy caluroso pero en estos días que el invierno se acerca podemos apreciar como el entorno cambia.
Tardes lluviosas, noches frías y solitarias pero siempre acompañadas de un halito de calor para hacerte recordar que estás en la Tierra Caliente, ciudad de guerrilleros, de hombre heroicos.
Nadie es capaz de olvidarla por muy lejos que esté y aquel que piense lo contrario; que tire la primera piedra.
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